Vapear o fumar, esa es la cuestión. Sin duda alguna, la primera opción de vapear de forma casera la marihuana es una forma de inhalar cannabinoides de forma más limpia y pura. Los vaporizadores liberan los cannabinoides y terpenos mediante el calor, bien por convección, por conducción o combinando ambos sistemas, y así producen el vapor que se inhala, sin necesidad de combustión.

Para vapear marihuana de forma casera sólo necesitarás: un vaporizador y unos cogollos secos, tal vez una extracción si lo prefieres o quizás quieras hacerlo con el “e-líquido” de cannabis que se usa en los vaporizadores tipo bolígrafo.

Desde Sweet Seeds® te contamos todo sobre la vaporización y además te enseñaremos a hacer tu propio líquido de marihuana para vapear.

¡Sigue leyendo y aprende más sobre este tema!

¿Qué es un líquido para vapear con sabor a marihuana?

El líquido para vapear o el e-liquid con sabor a marihuana puede contener  THC o solo CBD (ambos acompañados de terpenos) y la base puede ser de propilenglicol (PG) o glicerina vegetal (GV).

• Propilenglicol (PG): es un compuesto orgánico incoloro e inodoro. Al no ser muy viscoso facilita la carga de los cartuchos y la limpieza de los vaporizadores.
• Glicerina vegetal (GV): producida a partir de aceites vegetales, al igual que el PG es inodora, pero tiene un sabor un poco dulce y es más viscosa, por lo que no facilita la limpieza del vaporizador, pero si produce un vapor más denso y placentero para vapear marihuana de forma casera.

Se le pueden añadir saborizantes naturales o artificiales, del sabor que más te guste (frutal, menta, caramelo, etc.), incluso se pueden añadir terpenos específicos con el perfil organoléptico de alguna variedad de cannabis. El e-líquido se introduce en la cámara de tu vaporizador y se calienta entre 90º y 200º. Para vaporizar THC de forma correcta, debe estar configurado como mínimo a 157º. El CBD requerirá temperaturas superiores, entre 160º y 180º o incluso más.

Ventajas sobre hacer tu propio e-líquido

Algunos dirán que no hay nada como fumar o vaporizar cannabis en forma de cogollo, pero lo cierto es que vaporizar tu propio e-líquido tiene muchas otras ventajas. Sigue leyendo para averiguar sobre todas estas ventajas.

Mayor satisfacción

¿Has probado alguna vez las gominolas de marihuana?. Para quienes saben sobre la delicia y la satisfacción de comer estas gominolas el nivel de satisfacción al vapear marihuana es muy similar. Preparar el e-líquido con tus propias manos o las recetas cannábicas que consumas, añade un extra de satisfacción que no conseguirás en ninguna tienda.

Ingredientes de calidad

Cada vez que inhales el vapor de tu marihuana sabrás exactamente lo que estás consumiendo. Un e-líquido que no esté hecho por ti puede estar contaminado, contener productos tóxicos o estar fabricado con flores que contengan pesticidas.

Más económico

Puedes hacer un e-liquid con tus propios cogollos. El resto de materiales que necesites puedes comprarlos a granel. Sin duda, podrás controlar los ingredientes y será mucho más económico que comprarlo hecho.

Cómo hacer tu propio líquido de marihuana para vapear

Tras conocer las ventajas de hacer tu propio e-líquido, seguro que no dudarás en ponerte manos a la obra. Para hacerlo tienes distintas alternativas, veamos cada una de ellas para que escojas tu preferida:

Extracción de Rosin

El método más limpio y rápido. Si tienes flores resinosas, será el tipo de extracción ideal.

Ingredientes y materiales:

• Flores de cannabis secas o frescas.
• Plancha(s) para el pelo, o una prensa especial para Rosin.
• Papel de horno y filtro especial para Rosin.
• Vial de vidrio o silicona.
• Jeringa
• Terpenos o aromatizantes naturales en caso de querer potenciar los aromas y sabores.
• Palillo de dientes o varilla metal.
• Mechero.

Procedimiento:

1. Elige los cogollos más resinosos. Ponlos en la malla de filtrado en el caso de que dispongas de ella y envuélvelos en papel de horno, a modo de sobre.
2. Con la plancha de pelo en 121°C toma los cogollos envueltos en papel de horno, presionándolos fuertemente, mientras la resina rezuma de las flores. Manténlo firme, sin soltar la plancha, hasta que la resina deje de fluir. Abre el envoltorio de cogollos prensados y allí tendrás la resina, el Rosin.  Si dispones de prensa para Rosin, el proceso será más sencillo y el resultado muy superior.
3. Mete el papel de horno con Rosin a la nevera por 20 minutos. Después retíralo y raspa el Rosin frío con un palillo de dientes grueso o una varilla de metal e introduce el Rosin en el vial de vidrio. Para potenciar sus cualidades organolépticas puedes añadir gotas de terpenos o el saborizante que desees en el frasco. Si usas flores de calidad esto no es necesario y ofrece una mejor experiencia para el usuario.
4. El siguiente paso durará unos 5 segundos. En ese tiempo tendrás que calentar el vial con una llama debajo del recipiente, al mismo tiempo que mezclas el Rosin con el saborizante formando un aceite, o deberás calentarlo hasta que la mezcla burbujee. Ten en cuenta que si calientas por menos tiempo, los dos ingredientes no se mezclarán. Calentándose por más tiempo los terpenos volátiles se degradarán y corres el riesgo de que el frasco se rompa. En cuanto notes que burbujea, retira la llama y remueve la mezcla con un palillo o varilla de metal.
5. Extrae la mezcla con jeringa e introdúcela en el cartucho de tu vaporizador.

Ten en cuenta que estos últimos pasos no serían necesarios si vas a consumir el Rosin con otro tipo de vaporizador o pipa de cristal, en forma de Dab.

Glicerina vegetal (corto plazo)

Este es un método fácil para conseguir al instante el e-líquido para tu vaporizador.

Ingredientes y materiales:

• Flores de cannabis frescas
• GV de grado alimenticio
• Aceite vegetal
• Fuente de vidrio pequeña de horno
• Fuente de vidrio grande de horno
• 2 frascos de vidrio
• Estufa
• 2 termómetros
• Colador
• Estopilla o tela de quesero
• Espátula de goma
• Cuchara de metal

Procedimiento:

1. En una fuente de vidrio pequeña, especial para horno, trocea las flores con cuidado con tus manos. Añade un poco de GV en la fuente y remueve. Continúa echando pequeñas cantidades de GV hasta saturar los trozos de cogollos.
2. En la fuente grande vierte una cantidad de aceite vegetal como para sumergir la base de la fuente pequeña unos 2,5cm. Lleva el aceite al fuego, o a una placa caliente e introduce el termómetro en la fuente. Calienta la mezcla a unos 104°C.
3. Dentro del baño de aceite caliente, pon el recipiente pequeño e introduce el segundo termómetro en la mezcla de GV con los cogollos troceados. Para que los cannabinoides se disuelvan en la glicerina, calienta la mezcla a unos 82°C. Remueve la mezcla frecuentemente procurando que la temperatura se mantenga en 82°C.
4. Retira la fuente pequeña y déjala enfriar unos minutos.
   Sobre el frasco de vidrio pon un colador y filtra la mezcla. Con una espátula de silicona presiona los cogollos que quedan en el colador para extraer bien todo el líquido. Repite 2 veces los pasos 2 y 3 usando GV nueva cada vez, para extraer la mayor cantidad de THC.
5. Una vez recolectadas en el frasco las 3 tandas de líquido, debes purificar tu e-líquido. Con el colador limpio y seco, lo colocas sobre un frasco de vidrio limpio y lo cubres con unas 4 capas de estopilla. Allí echas el líquido para filtrarlo y recogerlo en el frasco. Con la espátula exprime cualquier resto.
6. Como último paso, con una jeringa o gotero, ¡ya puedes cargar el cartucho de tu vaporizador con tu e-líquido listo!

Glicerina vegetal (largo plazo)

Este método es sencillo, pero necesitarás algo más de paciencia para realizarlo.

Ingredientes y materiales:

• Cogollos de cannabis
• GV de grado alimenticio
• Recipiente de pyrex resistente al calor
• Papel de aluminio
• Bandeja de horno
• Horno
• 2 frascos de vidrio con cierre hermético
• Cuchara de metal
• Colador
• Espátula de silicona
• Estopilla
• Congelador

Procedimiento:

1. Con tus manos o con ayuda de una tijera (no con grinder) trocea los cogollos. Evita que queden muy pequeños para que no pasen tras el proceso de filtración.
2. En un frasco de vidrio, introduce los cogollos. Añade un poco de GV y remueve. Continúa añadiendo GV hasta que la mezcla quede grumosa y espesa. Observa bien la mezcla y deja de mezclar  justo antes de que la mezcla quede demasiado líquida y diluida. Cierra el frasco y etiquétalo con la fecha. Guárdalo durante 1 mes.
3. Después de 1 mes, ábrelo y remueve la mezcla. Añade 1 cucharada sopera de GV, remueve la mezcla y nuevamente vuelve a guardarla durante 1 mes. Repite el proceso una vez más.
4. Cuando finalice el 3º mes, con la ayuda de una espátula, remueve la mezcla y fíltrala con un colador, echándola en otro frasco de vidrio. Limpia el colador y el tarro de vidrio utilizados anteriormente. Cubre el colador con 4 capas de estopilla y filtra el e-líquido en el tarro de vidrio inicial. Utiliza la espátula para exprimir los restos.
5. Como último paso, con una jeringa introduce el líquido para vapear en el cartucho de tu vaporizador.

En Sweet Seeds® apelamos por la seguridad

Manipular aceites a altas temperaturas puede llegar a ser muy peligroso. Hay que hacerlo con sumo cuidado. Saber hacer estos líquidos conlleva una alta atención y responsabilidad por tu parte.

Para gozar de todas las ventajas de hacer tu propio e-líquido para vapear marihuana asegúrate siempre de utilizar productos de grado alimenticio y que cuenten con las certificaciones correspondientes. Desde Sweet Seeds® queremos acercarte toda la información para que siempre hagas uso responsable de todos los productos asociados al consumo de cannabis, y que sepas todas las precauciones que debes tomar para tengas siempre The Sweetest Experience.

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Sweet Seeds S.L no se hace responsable del mal uso de la información contenida en este artículo. El cultivo de Cannabis puede ser constitutivo de delito o de falta administrativa; consulte la legislación sobre Cannabis en su lugar de residencia. Sweet Seeds S.L. no pretende en ningún caso incitar a prácticas no legales.