Porroflexia: Cuando liar se convierte en arte

Todos somos conocedores – en mayor o menor medida – de las propiedades medicinales de nuestra planta favorita. La marihuana ayuda a miles de personas a superar cada día sus dolores, y a amortiguar muchos síntomas, siendo un eficaz tratamiento contra la epilepsia, asma, autismo, glaucoma y otras enfermedades, pero aún así, la gran mayoría de personas que utilizan esta planta lo hacen con fines recreativos, es decir, para pasar un buen rato.

Existen múltiples formas de consumir marihuana y llegar a ese estado de ánimo, pero es cierto que hay una forma de consumo por excelencia para este tipo de usuarios; el porro. Es cierto que no es la forma más aconsejada, pues además de cannabinoles, estamos administrando otros compuestos presentes en el humo – en gran parte agentes cancerígenos – a nuestro organismo, que se ven multiplicados cuando la marihuana se mezcla con tabaco. Sólo el 20% del humo de un porro son cannabinoles, lo que significa que de todo el humo que consumimos, sólo un 20% nos “coloca”, frente a un 80% en la vaporización.

Las nuevas tecnologías están revolucionando el mundo del cannabis, y como no podría ser de otra forma, su método de consumo; vaporizadores, bongs, oilers, verdampers… extracciones, cápsulas, gominolas, aerosoles, pomadas… Pero ya sea por facilidad, por tradición o – por qué no decirlo – por gusto, el canuto sigue siendo la forma de consumo más extendida.

Existen infinidad de tipos de porros, encontrando variaciones desde el tipo de materiales utilizados hasta la forma de rularselos. Generalmente las mayores diferencias se encuentran en culturas diferentes, es decir, cada cultura tiene sus propias costumbres también en este tema. En España, por ejemplo, tenemos muy arraigada la costumbre de mezclar la marihuana con tabaco. En algunas zonas de sudamérica, sin embargo, tienen la costumbre de no utilizar ninguna clase de filtro. Pero básicamente un porro es lo mismo en todas partes; marihuana envuelta con papel en forma de tubo para combustionar desde un extremo e inhalar en el opuesto, pero poco a poco esta simple figura ha ido evolucionando para, generalmente, conseguir formas más grandes, hasta llegar a convertirse en una categoría dentro de muchas Cannabis Cups; la porroflexia.

Cuando alguien quiere hacerse un gran porro, tiene que meter más marihuana, por lo que necesita más de un papel y en ocasiones, dependiendo del grosor del canuto, más de un filtro. Resulta una manualidad que requiere de gran destreza y delicadeza, pero… ¿Y si la grandeza de un porro no dependiese del tamaño, si no de la belleza? Es aquí cuando la porroflexia se convierte en arte.

Muy pocas personas son capaces de representar imágenes con porros, y eso ha hecho muy populares a estos particulares artistas, generalmente de EEUU, que han creado el movimiento #CreativeRolling. Youtube se ha llenado de tutoriales sobre cómo hacer toda clase de porros, entre los que destacamos [wp_lightbox_fancybox_anchor_text_youtube_video link=”http://www.youtube.com/watch?v=EKVnUD9uXA0″ title=”este” text=”este”] en el que el famoso actor norteamericano Seth Rogen explica cómo rular un canuto en cruz. Pero la red social por excelencia de este movimiento es Instagram, donde verdaderamente talentosos ruladores de porros muestran sus trabajos diariamente a sus seguidores. Tony Greenhand es uno de los más conocidos, tiene 26 años y vive en Oregon. Se le atribuye el porro más grande del mundo; 1,9 kgs de marihuana en un porro en forma de sandía que estuvo más de tres horas seguidas encendido, y ha llegado a construir porros valorados en más de 7000 dólares por algunos afortunados – nunca mejor dicho – clientes.

Hay muchos más artistas, pero pocos tan mediáticos, un ejemplo es Cody Van Gogh, de quién Vice publicó un artículo bajo el título de “El tipo que estuvo 40 horas rulando un canuto que se parece a Juana de Arco“.

Muchos no lo entenderán – los valencianos seguro que si -, pues es realizar una obra de arte para después destruirla, pero el arte siempre depende del ojo del que mira, y en este caso, el arte reside en que el ojo que mira acabe enrojecido. #CreativeRolling es un movimiento que está naciendo, y ya tiene las pantallas de todos los fumetas plagadas de estas obras de arte de ensueño.

 

Texto: @desayunoconweed