La Iglesia Internacional del Cannabis

La Iglesia Internacional del Cannabis

La ya mundialmente reconocida como fecha cannábica, cada año reúne actividades y eventos por todo el globo, se trata de un día de lo más festivo, para los más amantes de esta planta y para los que no tanto. Pero el 20 de abril de 2017 nos ha dejado una noticia mucho más trascendental que un puñado de celebraciones; Fue la fecha de apertura de una Iglesia pionera en sus creencias, La Iglesia Internacional Del Cannabis.

Steve Berke, empresario del sector cannábico, es el propietario e impulsor de esta iniciativa que, según sus propias palabras, es una comunidad única para aquellos que consumen cannabis como un medio para lograr el auto-descubrimiento. A los practicantes de esta filosofía se los conoce como elevacionistas, su objetivo es crear la mejor versión de sí mismos y creen que el cannabis acelera este proceso. Usan la flor sagrada para revelar la mejor versión del yo, descubrir una voz creativa y enriquecer a su comunidad con los frutos de esa creatividad.

Los elevacionistas no reclaman ninguna ley divina, ninguna doctrina indiscutible y ninguna estructura autoritaria, por lo que todos los miembros y practicantes de cualquier doctrina religiosa y cultural son bienvenidos a visitar la Iglesia Internacional del Cannabis y participar en sus celebraciones.

La Iglesia, situada en Denver, Colorado, es un edificio de 113 años de antigüedad que se encontraba anteriormente en desuso y que ha sido remodelado con mucho amor y decorado con mucho estilo. Kenny Scharf, ha sido el encargado de realizar los murales exteriores mientras que el español Okuda San Miguel plasmaba el nuevo significado del edificio en el techo, llenándolo de vivos colores.

Como cualquier proyecto de esta índole ha sido criticado localmente, pero se defienden argumentando que la iglesia es un esfuerzo legítimo para crear una comunidad para las personas que no encuentran eso en la religión tradicional, y que a la libertad de expresión, libertad de religión y libertad de asociación se le aplican las protecciones constitucionales. El único problema reside en que la definición de “consumo público y abierto” nunca fue definida en los estatutos de Colorado; es un concepto aún por decidir a nivel local, pero que dada la regulación existente y las propias palabras de los miembros parace ser favorable.
“Estamos intentando construir algo más grande, una comunidad que se apoya mutuamente a medida que cada uno descubre su propio camino”.

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El elevacionismo no se asemeja a las prácticas religiosas tradicionales, y su formación y estructura son aún menos ortodoxas.
El 20 de abril abre sus puertas la primera Iglesia que venera a la planta de cannabis. Esta antigua iglesia está en Denver, Colorado, y el edificio tiene unos 113 años de antigüedad. Steve Berke, empresario del sector cannábico es el propietario e impulsor de esta iniciativa.

El nuevo estilo de este templo es impresionante; Kenny Scharf, artista estadounidense, ha pintado los murales exteriores mientras que del techo se ha encargado el artista español Okuda San Miguel.

La iglesia servirá de lugar de reunión para todos aquellos mayores de 21 años que “fuman la planta sagrada para encontrar inspiración y significado”.

Esta es una comunidad única para aquellos que consumen cannabis como un medio para lograr el auto-descubrimiento, dijo el miembro fundador Steve Berke. Los miembros, conocidos como Elevationists, no reclaman ninguna teología o estructura autoritaria, dijo.

“El objetivo de los elevacionistas es crear la mejor versión de sí mismos. Creemos que el cannabis acelera y profundiza ese proceso “.

Los miembros de la Iglesia Internacional de Cannabis son conocidos como elevacionistas. A través del ritual, guiados por la práctica espiritual, los miembros de la iglesia usan la flor sagrada para revelar la mejor versión del yo, descubrir una voz creativa y enriquecer a su comunidad con los frutos de esa creatividad. A diferencia de otros sistemas de creencias, no hay necesidad de convertirse al elevacionismo. No reclama

La misión de la Iglesia es ofrecer un hogar a los adultos de todas partes que buscan crear la mejor versión de sí mismos a través de la planta sagrada. Nuestra salvación es que el viaje espiritual de un individuo, y la búsqueda de sentido, es uno de auto-descubrimiento que se puede acelerar con el uso ritual del cannabis. Los elevacionistas no reclaman ninguna autoridad divina, ni estructura autoritaria, por lo tanto, los de todos los antecedentes religiosos y culturales son bienvenidos a visitar nuestra capilla y participar en nuestras celebraciones.

Berke y los miembros fundadores aseguran en que su naciente religión no es un club social disfrazado de iglesia para evitar las prohibiciones estatales sobre el consumo público y abierto de marihuana. Estas restricciones están esbozadas en la Enmienda 64, la iniciativa electoral votada por el estado que legalizó el uso recreativo de marihuana. La Iniciativa 300, aprobada por los votantes de Denver en noviembre, abre las puertas al uso social en las zonas de consumo operadas por negocios permitidos. Berke es contundente: “Estamos totalmente dentro de los derechos de nuestra Primera Enmienda para practicar nuestra religión en este edificio”.

El bufete de abogados que manejaba la asesoría legal de la Iglesia, Vicente-Sederberg, LLC, comenta que “Esta iglesia es un esfuerzo legítimo para crear una comunidad para las personas que no encuentran eso en la religión tradicional, y tiene la intención de seguir todas las leyes. A la libertad de expresión, libertad de religión y libertad de asociación se le aplican las protecciones constitucionales. Pero la definición de “consumo público y abierto” nunca fue definida en los estatutos de Colorado.

El concepto queda por decidirse a nivel local pero la evolución parece ser favorable por las palabras de sus miembros.

Texto: @desayunoconweed